domingo, 23 de noviembre de 2014

Just keep me where the light is.

Tan solo quería agradecer, de alguna forma conoces mis funciones vitales y sabes dar vuelta a cada uno de los engranajes oxidados.
De alguna forma sabes eso de hacerme sentir jodídamente bien, como en casa...a veces incluso conmigo misma.
Agradezco la tranquilidad pues sabes tranquilizarme como nadie nunca hizo antes.
Porque sabes continuarlo todo, cerrar los malditos puntos y finales, arrancar todas las páginas para luego regalarme el perfecto libro en blanco, en el cual seguir escribiendo, algo diferente.

A veces, creo que no te comprendo y otras sin embargo te comprendo demasiado.
Pienso que en realidad, yo soy la que no me comprendo, ni comprendo nada cuando esto contigo.
Todo se vuelve un poquito menos gris y es como si fuera tiñéndose de grandes colores.
Y la luz fuera entrando un poquito más, cada vez más. Como si no pudiera pensar en nada. Me siento algo menos prescendible, importante, como si todo pudiera cobrar vida alrededor. Como si tan solo pudiera hacerlo. Simplemente que por una vez, existo en el mundo. Y dejase de ser un maldito fantasma.

Y agradezco el respiro.

Pero entonces es cuando desapareces por un instante, y el temor sabe como asomarse y aparecer.
Y comienzan las dudas, y el ''no soportaría que me hicieran daño otra vez'', el ''no soportaría que me hicieras daño otra vez'', ni siquiera soportaría el hacerte daño, yo, mi pánico práctico y mis huídas. Y piensas: ¿Por qué otra oportunidad? ¿Por qué consigues siempre hacerme sentir mejor con todo? Mejor en todo. Y a la vez un poco más débil. ¿Es solo el cariño? ¿O necesidad? ¿No dicen eso de que segundas partes no fueron buenas? ¿Eso de que la misma mierda no se repite dos veces? ¿Pero y si no fue una mierda, y si no lo es?

A veces creo que de verás me gustaría volver a intentarlo. A luchar. Entonces recuerdo que mis manos se rompieron tantas veces...
Y todo ha cambiado tanto que yo no soy la misma, no sé si es una jodida versión mejorada, creada para matar o morir continuamente.
Quizás sea bueno por mi parte, y no por la tuya.
Quizás solo quieras un nuevo títere, porque te has cansado de todos los demás.
Quizás piensas manejarme a tu antojo y tensar las cuerdas. Sabes que me dejaré dominar.
O eso crees. No lo creas. No es verdad. Y no lo será.
Probablemente te estoy subestimando o haciendo juicios falsos que carecen de algún valor, o simplemente estrujando mi cabeza.

El caso es que en mi mente suena esa pequeña alarma de peligro, que me advierte, y a la vez me hace querer arriesgarme más, suena contradictorio. Siempre fui una persona de lo más contradictoria, así es.
Pero he mirado en tus ojos, y me he visto a mí, me has reflejado en ti, y he podido observar la realidad. Y el impacto ha sido tan grande que algo en mí explotó para siempre. No sé si algo se ha roto, o se ha vuelto a reconstruir. Solo se que tus manos son extrañamente capaces de cerrar las heridas a su paso. Y de enterrarlas bajo llave. Una llave que sabes guardar. Para no dejarla a mi alcance.

El amor es una enfermedad cuya única cura consiste en una única persona. No sé si posees esa cura, no se si yo la poseo, ¿quién puede ser consciente de que es poseedor de algo así?

Pero sabes curar, como nadie ha sabido curarme antes.

Eso asusta.

Mucho.

De verás.

Es como asomarse a un abismo cuya infinidad no conoces, y no deseas conocer, nunca.







@MariaTBLennon


No hay comentarios:

Publicar un comentario