martes, 3 de noviembre de 2015

Gusanos.

He engañado tantas veces a la madrugada que ya no sé distinguir cuándo sale el sol.

He bailado tantas veces a la luz de las velas que la luna siempre me sabrá a poco.

He luchado contra gigantes que me hacían creer que no lo era, y aún así me hacían inmensa en medio de una multitud que no me aportaba nada.       
Y aprendí a camuflarme entre las sombras.

He sido herida de muerte y de tenerte.
De causa y de ocasión.

Y quizás el mundo no fuera tan grande como pensábamos, y mucho menos hecho a nuestra medida.
Quizás me olvidé de prevenir las balas y adelanté todas las caricias. 
Quizás se nos haya gastado la munición.

Puede que pecara de querer demasiado.
Me arriesgué a tener tu hueco vacío en el pecho y te quedaste a vivir en un sitio al que yo no llamaba hogar.

Y tantas mariposas distraídas han fallecido en tu mirada, 
que aún cubierto el árbol no florece,
        pues recordará por siempre que una vez, fue gusano.


@MariaTBLennon

domingo, 4 de octubre de 2015

Quedarse.

Yo, que estoy manchando todo de ti,
borrando un poco todo lo demás.
Llenando mi cama de corazones inertes que hace tiempo dejaron de sentir.

Yo, que no aprendo a contar las horas sin perder de vista el reloj.
Y me la juego en cada minuto en vano.

Yo, que espero algo más que una caricia vacía,
y una mirada atravesada.
Que espero algo más de una mente estancada en los recuerdos
de una vida pasajera.

Que ya no me encuentro en el espejo,
pero en tus ojos tampoco soy yo.
Y nada queda de mi reflejo, ni en los charcos de las calles.

Yo, que tengo dudas hasta de mi sombra,
y que escondo misterios que jamás
se podrán resolver.

Que guardo bajo 7 muros y 7 llaves
todas las cosas que nunca te dije,
y que no me atrevo a nombrar en voz alta,
para no concederles la tortura de la realidad.

Yo, que vivo con canciones resonando en mi cabeza,
que cortan más que la verdad.

Que le grito al viento para que deje de traerme tu olor.
Y llenarme los pulmones de algo más que de sucio alquitrán.

Yo, que consisto en un manojo de sábanas vacías,
camas deshechas,
y gestos sin expresión.

Yo, que no consigo deshacer el nudo de mi garganta,
y nunca me resultó tan difícil decir ''quédate''.

Que no recuerdo la última vez que la calma pasó por aquí y se quedó.
Que nada se queda.
Que nada.
Nunca.
Se queda.

@MariaTBLennon

lunes, 14 de septiembre de 2015

Mundo y Soledad.

Ella quería sostener el mundo en sus manos,
 abarcar mar, cielo y tierra entre pecho y espalda,
  buscando verdades en las calles.

Ella además insistía en sostener todos sus problemas,
 cargando el mundo a sus espaldas,
  y a cuestas, soportando todo su peso.
Siempre acababa exhausta de mentiras y engaños.

Concediendo un último pero continuo final deseo a la pena y sus catástrofes.
 Concediendo un poco de paz en las aceras y un poco más de guerra en su vida.

Pero no le importaba.
 No era consciente del dolor hasta que el mismo mundo,
  cansado de llorar tristezas,
  intoxicado de crudeza, maleza, y deshumanidad,
en sus manos ya resbaladizas,
 se quebró.

Y no quedaron restos en los escombros del tiempo,
 porque a veces...
  llevar el peso de un mundo acaba por aplastarte.





@MariaTBLennon

jueves, 6 de agosto de 2015

Quizás...

Una mirada furtiva.
Un amor pasajero.
Levantas levemente la vista de tu copa rota,
y la posas en mis ojos vacíos.

Llenas de vida el instante en el que habito.
Y me cubre la emoción de las palabras no dichas,
flotando alrededor,
esperando una respuesta.

Esperando que alguien dé el primer paso,
se atreva a agarrarlas y proyectarlas sin miramientos;
hacia el centro de este ataque.

Esperando que hagan su efecto.
A sabiendas de que lo hará.
Esperando que otra de aquellas miradas se abalance,
y alguna sonrisa tome la iniciativa.

Esperando una señal que nunca llega,
porque la dejamos pasar.
Porque de esperar, la cosas pasan de largo.

Y porque a veces hay que retorcerse por dentro y actuar.
Morder la vida con todas tus ganas,
sin miedo a equivocarse.

Y así fue como un cruce de miradas
ocultó la conexión infinita de dos preguntas sin respuesta;
por no llegarse a formular.

Y así fue como cada uno prosiguió su camino,
con el pensamiento equivocado.
Y guardando en las manos todo lo que nunca llegó a sucederse.

@MariaTBLennon

¿Y por qué no?

¿Y si no nos hemos parado a pensar que quizás, lo bueno, está donde no miras, aquello en lo que no te sueles fijar o que no te alcanza la vista?
En lo más insignificante pero aún así completo del todo.
Una vez que te cansas de conformarte con el pesimismo que te dejan las horas muertas del reloj;
empiezas a esperar tanto de la vida que no te cabe el mundo en un abrazo.

Una vez que empiezas a arrancarte los puñales uno a uno y te cansas de llevarlos siempre a cuestas, los lanzas tan lejos que sanan por sí solos.

Una vez que te cansas de resignarte negando todo lo que llega hacia ti por si te daña. 
Negando el propio hecho de ser.
Comienzas a comprender tan nítidamente, que no entiendes como siempre estuvo ahí.
Porque un día, dejas de luchar contra el dolor, porque te das cuenta, que este, no desaparece. Si no, que este, acaba por comprenderse, y te comprendes. 
Porque necesitas saber de la herida y acompañarte hasta dar con su cauce y causa. Porque no eres nada sin ella. 
Porque forma parte de ti, y es parte de tu historia. Y no puedes negar una parte de ti misma.

Porque llega un momento que se camufla y se funde, y deja de doler para simplemente estar. Y ni la notas.
Aunque sea cierto que a veces no se puede evitar, que hay veces que las heridas también se abren. Y debes ocuparte de que vuelvan a cerrar.
También es cierto que es necesario que pase, que es necesario el golpe para conocer la caída y la importancia de estar en pie.

Porque si no, la vida se convertiría en una enfermedad, en la rutina crónica de quien la ve pasar sin sobresaltos, y se contenta con ella. En aquel que ha olvidado las sombras pero olvidando la importancia de la luz.

Y es en esos momentos cuando te das cuenta de todas las cosas que no viste, que no entendiste cuando la felicidad llamaba a tu puerta y dejaba un mensaje en tu contestador. 
Porque de todo lo malo, no todo es malo.
Ni de todo lo bueno, todo es bueno.

A veces no sé qué es lo que realmente se necesita para que todo este bien,
o qué cojones es lo que falta.
Yo siempre imagino que todo lo que sale o ha salido mal es porque no tenía que ver contigo o no era para ti. Porque aprendiste lo que debías de ello.

Supongo que algún día nos daremos cuenta de lo que realmente importa de verás, 
y sabremos sobrellevarlo.
Pero tampoco es plan de hacerse el muerto mientras miras como te caen los pedazos, y lo permites. 
Porque todo lo que se pueda nadar a contracorriente, que se nade.
Y de alguna forma llegarás a algún sitio, no importa cuándo, ni dónde.

Porque no merece la pena decidir en el infierno que te quemas,
 si no en el suelo del que renaces, sin echar raíces.

Yo creo que no hay situación que no tenga alguna puerta de salida,
 escondida, 
más cerca de lo que pensamos.
Sólo que nos cuesta encontrarla demasiado o que directamente nos rendimos;
y nos encerramos en cualquier habitación sin ventanas y llena de paredes.
Pero la llave está ahí, en alguna parte. 
O que quizás estás en la cerradura o en la puerta equivocada.

Pero claro está, una cosa es poder encontrarla y otra es querer.

Porque si no quieres encontrarla, ten por claro que nunca podrás hacerlo.



@MariaTBLennon

viernes, 17 de julio de 2015

Siempre fui...

Siempre fui la chica rara del corazón en volandas.
La que ve el mundo a través de un fino cristal,
que no deja romperse.

La chica de los abriles.
La del corazón de neón y las medias desgastadas.

La que anda por ahí sin rumbo, y sin frenos,
-y que no para de estrellarse por ver la Luna-.
La que sabe a sal,
   y a bailes de medianoche en el salón.
Y la que pisa todos sus miedos.

La de los sueños despiertos pero los pies dormidos.
Negociando amaneceres.
Y la de las dudas infinitas.

La que no sabe contar hasta 10...
...sin llegar a 3,
y lanzarse.

Guarda en su cuello el secreto de las noches vacías,
el humo de una vida mal apagada,
y de los besos de alquiler.

La de las alas rotas...
...pero siempre dispuesta a despegar en cualquier sitio.
Capaz de incendiar su mundo a cualquier deshora.

Tan real como contradictoria.
Su propio error en bucle y repetición.

La de perderse...y perderse...y...




@MariaTBLennon

jueves, 16 de julio de 2015

De trenes y tiempo.

Puedescambiarme de sitio los huesos.
Amontonarme los recuerdos y soplar.

O desordenarme los versos y los besos si te atreves.
Y gritar.

Puedes desatarme de pies y manos,
y dejarme correr.

Contarme los días uno a uno,
y ordenar el calendario desde antes y después de tus pasos.
Desde el tú hasta el yo.

Puedes detenerme el tiempo y confundirme el compás.
Puedes anudarme las semanas en segundos,
y dejarlas correr.

Pero cómo le digo yo a mi infierno que ya me han salido las alas,
y que no pienso volver a partírmelas más,
que ya no puedes tocarlas.

Cómo le digo yo a mi puerta que no te espere más.
Que ya no puedes pisar mis paredes.
Ni mucho menos echarlas abajo.

Porque nada de esto te pertenece.
Porque hoy soy más mía que nunca.
Y porque no voy a permitir que otro estúpido pasajero soplo de aire
apague ni un mínimo de mi luz.

Porque yo sola luché para conseguirla y yo sola lucho para mantenerla.

Que nunca fuiste hasta el final de la puta tierra,
y mucho menos más allá.
Que yo sola me recorrí hasta el último milímetro para encontrarme.

Que este sastre no teje más sonrisas para tí,
porque ahora se dedica a coserse las propias.
Que se cansó de callar, y de aguantar,
pues es mejor que llegue antes el estallido que la implosión.


Porque ese tren ya dejó de pasar hace mucho tiempo,
y esta estación ya no es la misma.

@MariaTBLennon


lunes, 22 de junio de 2015

Días grises...

Seguir la estela de los días grises,
y que me lleven hasta tu ca(l)ma.

Continuar la magia de los principios,
-y también la de algunos finales-.

Coser el tiempo en tu costado,
y dejar que se corra el reloj.

Hablar de la luz que cambia las noches,
y deshojar las sombras que cambian los días.

Seguir el paso de las estaciones.
Y que me lleven hasta tus alas.

Recorrer ese trecho llamado miedo...
...en el que te escondes de la vida inquieta.

Salir a flote en todas las costas,
y dejar que el mar alivie las mareas del corazón.

Hablar del oleaje que me atrajo...
...hasta esta orilla en la que se aparta el mundo.

Y seguir, siempre, siempre, la estela de los días grises.


@MariaTBLennon

sábado, 23 de mayo de 2015

Héroes...

''¿Y si en lugar de querernos tanto probamos a querernos bien?'' -Marwan.

¿Y si mandamos todo a la mierda y empezamos de cero?
Y olvidamos todos nuestros errores,
 rectificándolos.

¿Y si acorralamos al daño y lo mandamos lejos?
A un sitio donde no pueda volver a alcanzarnos,
nunca más.
Y dejamos que tu desastre ordene mi caos,
y mi caos ordene tu desastre.

¿Y si cogemos ese adiós que se nos atraganta y no nos deja respirar,
y lo transformamos en un <<te quiero>>?
Y dejamos de cortar el cable equivocado.

O desordeno el mundo para tenerte un poco más cerca.

¿Y si le añadimos un par de puntos más a ese punto que nos presiona?
O si quieres podemos borrarlos todos,
nos salimos del guión e improvisamos.

¿Qué tal si derribamos esta maldita barrera que nos separa?
Podemos romper las rejas de esta cárcel que mata.
Y tragarnos el orgullo.

¿Qué tal si tú eres tú, y yo soy yo?
Así, sin más, sin tapujos.
Y nos aceptamos como somos.
Y nos queremos por ello.
''Querernos como quien se quiere a sí mismo queriendo a quien ama...''

Y dejamos de empeñarnos en buscarnos donde nunca estamos.
Dejamos de soñarnos y nos hacemos realidad.
Porque contigo, me equivocaría una y mil veces.

Tal vez seamos la última oportunidad, pero...y qué bonita...
De caminos torcidos, también se vuelve.

O si quieres...

Hacemos abismo de este escalón.
Cerramos fuerte la boca, dejando que todo se nos pelee por dentro.
¡Y que nos parta un rayo mientras aguantamos la tormenta!
Ejercemos nuestro derecho a decepcionarnos,
y nos hacemos los fuertes.

Y nos dolemos en el hielo de todos los whiskys.
Dejamos a la herida que crezca más que nuestro ego,
y pensamos en ser fin,
sin nunca antes haber sido principio.

Fingimos que somos dos desconocidos que un día quisieron conocerse.
Anulamos todos estos sentimientos,
y mentimos cuando alguien nos pregunte la verdad.
Recordando siempre a medias, para que duela menos.
Permitiendo que nos palpite el olvido.

Jugamos a ser el ''alguien'' de una persona que al fin y al cabo
tan solo será ''nadie''.
Y nos lo creemos,
cerrando los ojos en los labios equivocados.

Sin complicaciones, sin retos, ni golpes, sin emoción,
sin mariposas, ni descargas eléctricas, sin vida,
sin dolor, pero sin cura.

Con el alma en llamas, y poniendo gasolina.

Y dejamos de ser héroes...

@MariaTBLennon

                                
           Resultado de imagen de parejas tristes tumblr

                  i / sara herranz

jueves, 14 de mayo de 2015

Tú, hacia Júpiter, yo, hacia (a)Marte.

A veces pienso que nacimos en planetas diferentes.
Tú, hacia Júpiter, yo hacia Marte.

A veces pienso que nuestro destino estaba marcado,
que estábamos milimétrica-mente hechos a medida para encontrarnos y
des-encontrarnos en todas las estaciones,
buscando nuestro propio mes de Abril.

Para conocernos y desconocernos,
como el que esconde siempre una bala entre la manga.

Para querernos demasiado,
y dejar de querer a nuestra propia existencia.

A veces pienso,
que cuando estábamos juntos, desaparecía el jodido Sistema Solar,
pero nunca se alineaban nuestros cuerpos ni estelas.

Que había lluvia de meteoritos,
y una lluvia de estrellas cada noche en mis ojos.
-y un par de agujeros negros (infinitos)-

Que podíamos pedir todos los deseos que quisiéramos,
porque los cometas siempre estuvieron de nuestro lado.
Pero sabíamos que al alba todos desaparecerían.
Porque siempre había algún satélite rondándonos.

Y aún así,
fuimos capaces de ocasionar cientos de eclipses a los ojos de los mortales.
Pero con el tiempo,
no pudimos resistir la curiosidad por investigar otras órbitas.

Aún dejando siempre nuestro abrazo en otra parte...

Tú, hacia Marte, y yo, hacia Júpiter...

@MariaTBLennon

sábado, 14 de febrero de 2015

Hacia lo salvaje.

Y de repente vuelves, cambiando todos mis planes de huida, reventando los tópicos y las paredes ya construidas, siempre en vano.
Qué decir cuando no lo esperas.
Cuando te pilla de improvisto y sopetón.
Y todo está tan enredado que no sabes dónde empiezas tú y dónde acaba la tortura.

Y dudas, y crees que tu tú y tu otro yo buscáis cosas diferentes,
y te quedas esperando, mirando cuál ganará aunque sepas a ciegas lo que acabará siendo.
Y empiezas a pensar, a darle vueltas a todo,
y las dudas,
y los quizás,
y los ¿y si...?
Todas esas cosas que debimos sacar de la maleta,
los por si acasos,
los ¿y qué cuando...?
Desempaquetarlo todo al compás y empezar a reconstruir desde el tejado,
llenar la maleta de bonitos recuerdos,
los ¿y por qué no?
los podría ser...

Te propongo una idea, ¿y si dejamos todo esto atrás?
Dejemos atrás a la vida, que no pueda alcanzar nuestro paso,
que no sea capaz de aguantar nuestro ritmo y acabe dándonos por un verdadero caso perdido en mitad de una playa, con tu voz meciéndose al compás de las olas,
mis pies acariciando suavemente el mar,
y acabar sumergiéndonos en una guerra profunda, de las que no acaban. de las buenas,
las que no dejan víctimas salvo tú y yo,
consumiéndonos pero a base de sueños.

O en medio de una carretera, a lo largo del trayecto,
sin nunca llegar a nuestro destino, porque mi destino eres tú.
Que me digas que el horizonte es solo alcanzable a mis manos,
con las tuyas,
que no hay mayor belleza que la que creamos,
que ni el cielo,
ni todos los atardeceres del mundo,
son comparables a mi risa resonando en la noche.
Que la luna siempre me envidió por ser más bonita que ella,
y no llegar a tal perfección.
Que las estrellas solo siguen ahí para nosotros, para iluminarnos el camino,
y no vuelta a casa.

Porque aún nos quedan tierras por conquistar.
Que me da igual dormir en portales, en coches, en bancos y aceras,
mientras tenga cada día algo nuevo por descubrir, contigo.
Dime que caminarás a mi lado.
Vamos, prepara el equipaje, esto es solo el principio,
y puedo darte: una, dos, y miles de razones para comenzar este viaje.
Apresura, el camino nos espera,
la vida empieza a echarse a un lado porque sabe que vamos fuertes e imparables,
y teme resultar dañada a nuestros pasos.

Pon esa canción que tanto sabes que me gusta, nuestra canción,
en repetición y arranca.
Corre. Vuelva.
Es agradable ver como todo queda atrás, las preocupaciones, el estrés, la vida cotidiana, las normas, las reglas, todos aquellos inútiles estereotipos, y que solo quedemos;
tú, yo, y el camino.

Con el mar a nuestro favor,
y el viento deslizándose por mis mejillas.

@MariaTBLennon




domingo, 1 de febrero de 2015

Damaged Danger.

Ella era como mirar un agujero negro, absorbente,
era inevitable atraparte en él, y lo permitías,
de hecho lo deseabas.

Era como mirar un espejo sin reflejo, que no devuelve nada,
tan solo una visión de ti mismo,
girando alrededor de su órbita.
No saliendo nunca más.

Eras capaz de ver los jodidos planetas alineándose en su cuerpo,
formando la constelación más triste y hermosa,
que cualquier ojo (no) humano pudiera captar.

Y entonces ella te sonreía,
con esa sonrisa suya tan frustrante de ''No me conoces, y nunca lo harás.''
Y sientes miedo, mucho.

Y eres capaz de ver a esos fantasmas revoloteando a su alrededor,
e intentas espantarlos.
Una y otra vez.
Pero siempre vuelven.
Y de nuevo, te acostumbras a la continua pérdida.

Y ella te observaba, con esa mirada ausente,
de la que nunca sabías realmente su dirección.
A veces parecía mirar la nada misma.
La auténtica nada.

Y mirar sus ojos era como asomarse a dos grandes precipicios.
Y te veías a ti. a través de sus ojos, cayendo en ellos.
Cada vez más abajo, como si una gravedad inminente te empujara.
Y aún querías luchar. Por ella. Por ti.

Ella piensa que nadie se da cuenta,
pero su dolor es tan evidente que es imposible no hacerlo.
Si le pones un mínimo interés.

Empaquetada a base de pastillas y drogas de diseño,
con tal de no existir en el mundo durante un largo tiempo,
ahogándose en una botella de whisky barato.

Y todo el mundo piensa que ella no aguantaría ni un día en el mundo real.
Pero lo que ellos no saben, no conocen, y no conocerán
es pasar una noche en el suyo.

Ella huía y huía;
De los problemas. De la ciudad.
De la gente. Del amor.
De sí misma.
Y siempre volvía a dar con ella.
Nunca se habían llevado demasiado bien.

Por alguna razón ella piensa que nació al revés del mundo.
Ama a la gente que odia.
Odia a la gente que ama.
Todo da vueltas; y sigue sin encontrarse entre la multitud.

Posee un método infalible para evitar roturas,
para evitar que le rompan el corazón.
Y este es mostrar que no tiene. Pensar que no tiene.
Y actuar como tal.
Nunca le importaron realmente las consecuencias.

Le asusta la oscuridad pero no más que una cargante cantidad de luz,
que pueda cegarla.
Pues ambos extremos son horribles.

El amor la hace débil.

Sentir.

Algo.

Es nuevo para ella.

Pierde facultades.

Y fuerzas.

Y se derrumba.

Y ya nada,
ni nadie,
podrá hacer que vuelva a ser la misma de antes...


@MariaTBLennon



domingo, 18 de enero de 2015

Across the universe.

No sé de qué manera o forma hiciste que rompiera mis normas, derribaste todos los muros y me sacaste la felicidad reprimida, los versos a sacacorchos y los naufragios a base de remar en la dirección contraria a mis defectos.
Y luchando contra mi inconsciencia, perdí la paciencia de esperar de la vida algo más que una patada y un puñal.

Pero tú supiste luchar con las paredes y los monstruos, que aún encima de la cama, tuvieron miedo de nosotros.
De nuestras caídas capaces de derrumbar a una Roma entera.
De las ventiscas capaces de congelar Grecia en tus ojos,
cuando aún Brasil ardía en los míos.
Y de ahí, no quise salir nunca más.

De los aguaceros que ardientes fueron capaces de inundar Venecia en tus brazos,
sin flores ni barcos.

De los atascos capaces de abarrotar todas las calles de Madrid en tu espalda,
con tu semáforo siempre en ámbar, sin saber que dirección tomar.

Los vértigos y las alturas que escalaban el Himalaya de tus vértices, intrincándose en cada huella devastada permitida en cada camino por recorrer(nos).

El frío que con tus manos era capaz de atravesar Siberia por mis huesos y enredarlos hasta doler.

Y todos los corazones rotos que París dejó a nuestros pies.

Todos los muros que tras Berlín fuiste capaz de construir golpe a golpe,
sin esperas, sin cansancio.

Aquel día en el que ni Chernóbil fue capaz de contaminar todas tus dudas pero intoxicaste todas tus respuestas.

Palabras al vacío de no saber cómo ni por qué cojones rompí todas mis normas y acabé perdida en medio de ningún lugar.

¿Y tú, tú, aún capaz, me hablas de darle la vuelta al mundo? 


@MariaTBLennon