martes, 7 de noviembre de 2017

Tregua.

Hubo un tiempo en el que querer era tan fácil como respirar.
Una versión inocente de mí con ganas de aprender miles de cosas nuevas.
Una versión que murió el día que me rompieron el corazón, y desde entonces no ha vuelto a ser el mismo, he juntado los pedazos pero ya no late igual.

Con los golpes acumulados y el daño, cada vez me fue costando más.
A veces siento que nada va a volver a ser igual, que no seré capaz de sentir de la misma forma, que privaré mi amor de aquella intensidad.

Una barrera que si intento cruzar me devuelve al principio de todo.
Una versión rota y estropeada, una versión que intento mejorar y arreglar, mientras mi mente solo me pide una maldita tregua.
Paz y tiempo.
Sanar heridas.
Construir puentes.
Tener la sensación de que todo está en su sitio aunque nada nunca lo esté.