domingo, 21 de febrero de 2016

El día que te merezca.

El día en que te merezca.
Todo se habrá ido para siempre,
como la vez que intenté ser alguien y me quedé siendo nada.

Como la vez que escuché a lo lejos el sonido de un piano suavemente para darme cuenta de que tan sólo era mi cabeza haciendo ruido otra vez.
Como la vez que intenté mirarte y no te vi en ningún sitio, porque siempre ibas un paso más allá de mi misma.
Como aquella vez que intenté comprenderte y las palabras se me quedaron a la altura de tu falda.
Y las ventanas se cerraban tras de mí.

El día que te merezca,
crecerán flores de mis manos, brotará un jardín en tu pecho.
Harás creer a la primavera que el invierno fue algo pasajero,
que llegó, pero no para quedarse.
Que ahora es el momento de que florezcan todas las cosas bellas, tú entre ellas.

Harás creer a los árboles y al viento
y a la jodida naturaleza que todo es insignificante si lo comparas contigo,
y que el mundo se ha dado la vuelta otra vez.

El día que te merezca,
se abrirán caminos tan grandes que me preguntaré si alguna vez seré capaz de recorrerlos.
Dejaremos de ser mitades que retienen a su otra mitad,
por miedo a dejar de ser dos para ser uno, y sin nunca ser uno y medio.

Aprenderemos a bailar sin pisarnos los pies.
Y bailaremos aunque la música haya dejado de sonar,
y el telón haya caído sobre nuestras cabezas.

El día en que te merezca,
las ciudades, al verte, habrán dejado de brillar
porque habrán aprendido a arder,
y todos los semáforos se habrán puesto en rojo.

El día en el que tu merezcas a alguien como yo.
Ese día.
Todo habrá cambiado para siempre.

@MariaTBLennon

domingo, 14 de febrero de 2016

Lluvia.

No me sale la voz si no encuentro la tuya.
Algo extraño se ha roto dentro de mí, o se ha ido contigo.
Pero de repente me invaden olas de sentimientos olvidados, que no sé de dónde salen ni donde acaban.

 Creo que estoy conectada a una especie de finito hilo invisible.
Y el pánico a que se quiebre es tan grande como los abrazos que nos separan.
Es tan grande que no encuentro más hueco en mi donde meterlo, y se desborda. 
Y es capaz de inundarme hasta las trancas.

Llueve y sé que es por dentro.
Que no sé dónde guardar toda esta inseguridad.
Que no sé cómo organizar todo este desastre.
Que dos versiones de mí me empujan hacia dos extremos diferentes. 
Y una mezcla de felicidad y tristeza se asientan en mí.

Y me pregunto por qué no seré capaz de apartar todo lo malo de mi cabeza y tan sólo dejar que se quede lo bueno. De vivir el momento, y no anticiparlos. 
De disfrutar de la lluvia sin anticipar la tormenta y que me partan los rayos.
¿Por qué no contar la victoria y los
malditos arreglos en vez de las derrotas y los daños?

Y saber que te necesito cerca, pero te tengo lejos.
Y simplemente saber que te necesito, joder.
Que me envuelvas en tus pestañas y no me dejes abrir los ojos.
Y el impacto que supone darse cuenta de ello.
Y la realidad que te abriga hasta asfixiar.

Que hoy llueve por dentro, y no me
doy cuenta de qué quien llora soy yo.

@MariaTBLennon