sábado, 14 de febrero de 2015

Hacia lo salvaje.

Y de repente vuelves, cambiando todos mis planes de huida, reventando los tópicos y las paredes ya construidas, siempre en vano.
Qué decir cuando no lo esperas.
Cuando te pilla de improvisto y sopetón.
Y todo está tan enredado que no sabes dónde empiezas tú y dónde acaba la tortura.

Y dudas, y crees que tu tú y tu otro yo buscáis cosas diferentes,
y te quedas esperando, mirando cuál ganará aunque sepas a ciegas lo que acabará siendo.
Y empiezas a pensar, a darle vueltas a todo,
y las dudas,
y los quizás,
y los ¿y si...?
Todas esas cosas que debimos sacar de la maleta,
los por si acasos,
los ¿y qué cuando...?
Desempaquetarlo todo al compás y empezar a reconstruir desde el tejado,
llenar la maleta de bonitos recuerdos,
los ¿y por qué no?
los podría ser...

Te propongo una idea, ¿y si dejamos todo esto atrás?
Dejemos atrás a la vida, que no pueda alcanzar nuestro paso,
que no sea capaz de aguantar nuestro ritmo y acabe dándonos por un verdadero caso perdido en mitad de una playa, con tu voz meciéndose al compás de las olas,
mis pies acariciando suavemente el mar,
y acabar sumergiéndonos en una guerra profunda, de las que no acaban. de las buenas,
las que no dejan víctimas salvo tú y yo,
consumiéndonos pero a base de sueños.

O en medio de una carretera, a lo largo del trayecto,
sin nunca llegar a nuestro destino, porque mi destino eres tú.
Que me digas que el horizonte es solo alcanzable a mis manos,
con las tuyas,
que no hay mayor belleza que la que creamos,
que ni el cielo,
ni todos los atardeceres del mundo,
son comparables a mi risa resonando en la noche.
Que la luna siempre me envidió por ser más bonita que ella,
y no llegar a tal perfección.
Que las estrellas solo siguen ahí para nosotros, para iluminarnos el camino,
y no vuelta a casa.

Porque aún nos quedan tierras por conquistar.
Que me da igual dormir en portales, en coches, en bancos y aceras,
mientras tenga cada día algo nuevo por descubrir, contigo.
Dime que caminarás a mi lado.
Vamos, prepara el equipaje, esto es solo el principio,
y puedo darte: una, dos, y miles de razones para comenzar este viaje.
Apresura, el camino nos espera,
la vida empieza a echarse a un lado porque sabe que vamos fuertes e imparables,
y teme resultar dañada a nuestros pasos.

Pon esa canción que tanto sabes que me gusta, nuestra canción,
en repetición y arranca.
Corre. Vuelva.
Es agradable ver como todo queda atrás, las preocupaciones, el estrés, la vida cotidiana, las normas, las reglas, todos aquellos inútiles estereotipos, y que solo quedemos;
tú, yo, y el camino.

Con el mar a nuestro favor,
y el viento deslizándose por mis mejillas.

@MariaTBLennon




domingo, 1 de febrero de 2015

Damaged Danger.

Ella era como mirar un agujero negro, absorbente,
era inevitable atraparte en él, y lo permitías,
de hecho lo deseabas.

Era como mirar un espejo sin reflejo, que no devuelve nada,
tan solo una visión de ti mismo,
girando alrededor de su órbita.
No saliendo nunca más.

Eras capaz de ver los jodidos planetas alineándose en su cuerpo,
formando la constelación más triste y hermosa,
que cualquier ojo (no) humano pudiera captar.

Y entonces ella te sonreía,
con esa sonrisa suya tan frustrante de ''No me conoces, y nunca lo harás.''
Y sientes miedo, mucho.

Y eres capaz de ver a esos fantasmas revoloteando a su alrededor,
e intentas espantarlos.
Una y otra vez.
Pero siempre vuelven.
Y de nuevo, te acostumbras a la continua pérdida.

Y ella te observaba, con esa mirada ausente,
de la que nunca sabías realmente su dirección.
A veces parecía mirar la nada misma.
La auténtica nada.

Y mirar sus ojos era como asomarse a dos grandes precipicios.
Y te veías a ti. a través de sus ojos, cayendo en ellos.
Cada vez más abajo, como si una gravedad inminente te empujara.
Y aún querías luchar. Por ella. Por ti.

Ella piensa que nadie se da cuenta,
pero su dolor es tan evidente que es imposible no hacerlo.
Si le pones un mínimo interés.

Empaquetada a base de pastillas y drogas de diseño,
con tal de no existir en el mundo durante un largo tiempo,
ahogándose en una botella de whisky barato.

Y todo el mundo piensa que ella no aguantaría ni un día en el mundo real.
Pero lo que ellos no saben, no conocen, y no conocerán
es pasar una noche en el suyo.

Ella huía y huía;
De los problemas. De la ciudad.
De la gente. Del amor.
De sí misma.
Y siempre volvía a dar con ella.
Nunca se habían llevado demasiado bien.

Por alguna razón ella piensa que nació al revés del mundo.
Ama a la gente que odia.
Odia a la gente que ama.
Todo da vueltas; y sigue sin encontrarse entre la multitud.

Posee un método infalible para evitar roturas,
para evitar que le rompan el corazón.
Y este es mostrar que no tiene. Pensar que no tiene.
Y actuar como tal.
Nunca le importaron realmente las consecuencias.

Le asusta la oscuridad pero no más que una cargante cantidad de luz,
que pueda cegarla.
Pues ambos extremos son horribles.

El amor la hace débil.

Sentir.

Algo.

Es nuevo para ella.

Pierde facultades.

Y fuerzas.

Y se derrumba.

Y ya nada,
ni nadie,
podrá hacer que vuelva a ser la misma de antes...


@MariaTBLennon